Diario de un tal "Yo"

Fuegos lejanos que reverberan sobre la leña agrietada tratando de acariciar las estrellas ayudados del viento cálido.

Hoy creo. Hoy me siento bien. Realizado. Hoy considero que soy capaz de cambiar el mundo con sólo un argumento, breve y conciso; con sólo una mirada, con sólo la energía que yo he sido consciente de crear en mi interior. Aplicar mis propios filtros y decirme a mí mismo: ésto quiero conseguir. Y lo consigo, y la tierra tiembla y se tambalea y mañana ya no es un ayer perpetuo, represivo y hastioso. Llega el día en que llego a ser plenamente consciente de mi grandioso potencial y lo uso para el bien común, para la solidaridad, para la lucha pacífica, para el amor al prójimo. Y mañana me creo que este momento no ha sido una quimera y sigo en la misma dinámica, con los mismos proyectos, con el mismo apoyo y el mismo reconocimiento personal, pero con el matiz de que cada vez llego un pelín más a alcanzar mis metas. Soy grande. El mundo se me hace pequeño. Yo lo ensancho y que quepamos todos, porque un día me iré y se quedará el mensaje, y eso es lo que habrá importado. Una c...

- Él deja de mirar las nubes y gira la cabeza hacia ella. Llama su atención acariciándole el muslo con su dedo meñique. Tiene la piel de gallina. Está a punto de tiritar. ¿Crees que podría dejar de besarte?

Todos somos conscientes de que somos prescindibles.  ¿O quizás no?

Bienvenida, noche de levante, a esta cama tan desordenada, que le mima más que a mí mi amante, pero menos que la mía entregada...