Vuela libre


Tal es Notre Dame a un amante del fuego...
Llegando hacia ti con la aguja del tiempo.
Entrando por fin con el alma galana,
la tez santiguada en tu estrellado templo.



Y el tiempo estrellado en la cárcel del ego
con tal de reír, de llorar,
de subir y bailar en tus nubes nevadas.
Correrse desnudos los dos
el Edén del amor
tocando la guitarra.
La luna volverse lunar,
y las pieles besar
astronomía en orgasmo.

Y en el mar, allá en el ancho mar,
se te refleja un espejo de alma
en un cajón de fe,
un eterno suspiro,
de quien busca fría
la bala perdida
de un tiro mal dado
que se le ha enconado
hasta el reventón,
y mira allá donde el hombre
no llega por más que haya
inventado el vuelo.
Porque pa volar sin miedo,
hace falta corazón.

Corazón del pincel chiquito
del arte de la aventura
del pintor que no ve finitos
en sus noches más oscuras.
Porque sabe mirando al cielo,
que el infierno es una prueba
para ver quién merece el vuelo,
y así tocar las estrellas.

Es un telar del ocaso,
un suspirillo encendido
de un soñador a los sueños,
de un despierto entre dormidos;
del velero bergantín
libre cual la misma suerte
de haber visto ya a la muerte
antes de morir por ti.

Y después de morir en ti
cuando me acuesto y no te encuentro.
Cuando me despierto ante ti,
desde ti y hacia los adentros
Desde el cielo hasta el afuera,
con el quemar de mis pies.
Del camino al azul yo me enamoré como aquel que a su mente
le da candela...
Si algún día me demandas,
con cien cañones por banda.
Píllame a toda vela.

Vuela libre...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Son cosas de niños...