La Valentina

La valentina que yo concibo,
nunca fue niña ni es mujer.
No va a ser hembra sin feminismo,
e igual lo mismo ni va a nacer.


La valentina que conozco,
es una libertaria de discurso tosco, 
porque es tan obrera que conseguiría
que la rosa púrpura del nuevo día
inunde el campo...

Es tan republicana,
que la bandera añil
que decora el abril
hace de ella su hermana. 
Y con su cuerpo sorora a la otra. 
Es escultora de almas rotas. 

Mi valentina se casa con ella. 
Después de ella ya no hay nadie más. 
No hace falta que los santos 
bendizcan su cuerpo. 
Porque ella sabe que tras de la muerte, 
queda la revolución que ella hará, 
contra las flechas y el yugo 
que lanzan los cuervos. 

Quiere que le den candela, 
sin ser sumisa ni esclava 
porque ella sabe de hogueras 
que hacen que lleguen al alba. 

Porque es el lirio carnal 
que no vino de adán 
sino de la raíz 
del árbol de su aquelarre. 
Y es que el mundo es tan hostil, 
que sin ella no eres nadie. 

Y antes que nadie está ella. 
Brindo por la valentina, 
Frida, Chavela, Rosa de espinas 
que fue quitándose por mujer. 

Y esa mujer de la playa, 
de otro catorce... en las murallas, 
con nuestros cuerpos a flor de sal, 
que importunó la noche arrabalera, 
y quebrantó la arena con un santo beso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Son cosas de niños...