Birlibirloque

Anoche vino un cuervo de nieve recuperado,
de la embestida descontrolada de un frío invierno,
y de un veneno que recordé medio adormilado,
de un tiempo atrás que sacaba versos de mis infiernos.


Con sus manecillas plateadas,
huesudas y aladas de error y virtud
desplegó cada hierro fundido
a fuego cosido y curado en salud.
Comentó su extraña singladura,
de estela estrellada que barrunta el mar,
confirmando como ya dijeron
que nunca hay camino si no se echa a andar.

Y con mis dos pies descalzos,
sus garras de árbol raíz congelada,
desfilamos por la tabla,
cayendo en la cuenta del todo y el nada:
 "La magia es libertad,
la del bien y el mal hallados
en uno mismo siendo humano."

Sin truco, constante cambio de enfoque,
y despertar, y que del sueño toque
hacer lo que has soñado.
Y que te quiten lo andado,
y le pongan candado al quien no tenga fe.

El truco lo comprobé,
como quien comprueba
el universo si lo quiere ver.

Bello sería si bello no fuera,
sino con un verbo
en el gerundio del egipto
de tu cara conjugada.
Y yo tal yo que tú tan tú
en un tiempo más bello y perfecto...

 "Haz de la pluma papel,
y clávame en la piel la tinta que te he dado
si te queda magia, mago envenenado,
y a la dama dale esta maldita rosa..."
"Recuérdala...", me decía,
"Por esos tiempos... ¡que entre la alegría!
... y yo le digo que lo has pintado..."




 
Donde estés...

Comentarios

  1. Hoy vino un mensaje
    de un mensajero negro e impío
    y de un tiempo pasajero
    en el que las horas no tenían vacío.
    Con sus manos ajadas del viaje,
    frías, entumecidas, versadas del acero
    que una vez me dijeron
    reside en la mente que encaje
    dentro del círculo de Dante.

    Y con mis hebras huesudas
    hablé con las hadas,
    desfilando en mi tropiezo por el todo,
    por culpa de nada:
    “La libertad te hace prisionero;
    la de la magia que antes
    daba sentido a ser humano”.
    Sin trato, despertar en el lodo
    y que de su veneno agorero
    envenene mi propio grano.
    Y que el mensajero no intente en vano,
    y que su timbre no sea distante.

    Camina tu camino estrellado
    que yo me estrello en el camino,
    confirmando que al lado
    del error y la virtud adivino
    más de lo que un verso pudiera dar.
    El truco fue cavar un acantilado
    para que el universo marino
    terminara mi barco de ahogar...

    Bello habría sido si bello no fuera,
    oración en verso que aún rezo
    sin saber si es subordinada,
    sin saber si tanto atrezo
    convertirá en "porque" una coordinada;
    porque tú tan tú que yo temo
    un tiempo más bello aunque imperfecto
    por ser mis ojos uno y los tuyos otro extremo,
    donde la magia no cabe en el papel
    como no cabe en la verdad.

    Haz de la pluma piel
    y clávame tu mensaje directo
    en el corazón -de la realidad-.
    “Recuérdalo...”, solloza la tinta mía,
    y yo le digo: “Algún día...”

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