5 varios

Tres poemas y dos prosas poéticas.

Lo llaman "vida".

-Para Combocarte 2016.-

*La ventana de una habitación de la Residencia de Ancianos abierta y un poema en la mesita de noche.

"Dicen "recuerdos"...

Los de las letras

de los poetas.

La ensoñación.

La de las musas

que se maquillan

en sus orillas.

La habitación.

Recuerdos vivos del retoño,

del andar difícil,

de los sonajeros,

desde el pecho frágil

diciendo te quiero,

al jugar sin miedos

con las Primaveras.

Primeras. Puras...

Risas más que oportunas,

de escuelas compañeras

alcanzando el Sol

con un canto a la Luna

entre baberos, castillos de arena.

Huele puchero con hierbabuena.

De pronto libros y amores candentes,

todos los cuerpos desnudos pintar,

no sin antes recordar

el que en verdad quería.

Y ya más tarde rebelde e indecente

al mundo esclavo fallé en liberar

porque era universitario

y pensé que podía...

No resultó tan lejana

esa niñez olvidada

que recordé en esos ojos

de hija chillona endiablada,

que de cerrarse los míos

y abrirlos notaron que se hizo mujer.

Y ahora vienen mis dos nietos,

y supongo que al volver

se quedará el Centro quieto...

Ese que tanto atormenta...

Las escapadas tardías

de las del sexo en las noches frías

de ese que abría el amanecer.

Cuando dicen de "locura",

dicen mejor de "recuerdo".

Lo llaman "vida".

Llamo al descanso.

Me llamas, vieja. Contigo voy,

que pesa tanto la nube en el cielo

que es normal que abuelo

se tire hacia el suyo."

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Una simple mota de polvo.

-Para Concurso de Microrrelatos "Me gusta escribir".-

Querida y subjetiva compañera:

A veces oteo el horizonte añil mientras el viento arrecia con su aroma a lluvia. Las olas simulan un corazón palpitante, y con cada latido el recuerdo va y viene, de la misma manera que vienen y van los escritos en la arena, que son borrados a base de espuma y rehechos después con las huellas de los pies descalzos. Susurro a una concha describiendo tu imagen y, al sentir que sólo obtengo quietud, decido grabar en el suelo las coordenadas que ubican la playa, con la esperanza de que la pleamar no sea tan vigorosa y así llegues a tiempo en mi auxilio. La mente en blanco. La pluma no rasga el papel. No me haces el amor como en aquellas noches en las que me despiertas de un sobresalto.

Y creo que se debe al hecho de que soy tan yo y tú tan tú que la mayoría de las veces nuestras posturas en absoluto convergen, y sé que pretendes borrarme con tus aguas, pero también importunarme lo justo y necesario con lo que me quieras contar, para lo que yo pueda comprender, para tenerme en tu recámara perpetua como un monigote que te pretende. Hacerme esculpir tus ropajes, consternado por una fuerza que aún desconozco y que no me explicas, y abrir mis cofres cuando te venga en gana. ¿Qué soy para ti, codiciada estatua de piedra imperfecta?

Ojalá vengas y sea de tu gusto. La marea sube, querida y sensual desconocida. Aquí te espera un poeta, en la playa, muerto de frío, conteniéndose para no perderse mar adentro. Aquí te esperan mis ganas, que anhelan las tuyas, llevadas por la corriente de un universo interior introvertido.

Atentamente:

Una simple mota de polvo.

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Miedo.

-Para Combocarte 2016.-

*Defínelo, me dijo.

El miedo es miedo encerrado.

El miedo es miedo valiente.

El miedo amansa a la gente

y está consciente mi lado.

No tiene lanza ni escudo

pero te daña y defiende.

Le tengo miedo y le ayudo.

De la costumbre desciende...

Miedo es miedo porque sé

que al miedo omnipresente

lo llamaron “Dios”.

Es poder y razón para inculcar

al pueblo el valor del dinero.

Miedo es miedo porque sé

que tanto que he temido

ya no temo más. El miedo es arrabal

donde la máscara que tengo

me la creo luego.

Miedo, miedo, es más Diablo

que Viejo entendido.

Más lo nuevo conocido.

Más mundo que el Ego.

El miedo es una playa

repleta de murallas

con sólo dos caminos

y uno es del que vino

este miedo nadando,

con cantos de sirena

y conca de la arena,

la que cogí y escarbé

y al rato me enteré

de que me fue enterrando.

El miedo es un poema al que le echo dolor.

Miedo es miedo oscuro,

aquella voz del opresivo.

Miedo más de este que vivo:

"Define "derribo", mi amor".

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Boceto de 19 de Abril de 2016.

Cada día una nueva incertidumbre.

El tiempo consumiéndose en exceso cada vez que vas a dar un paso y te cuestionas el por qué y el para qué antes de que el pie aterrice: te cuestionas si en realidad habrá sido en falso, si fuera posible que el camino que pisas te lleve a un precipicio sentimental, si tendrías que desandar o pararte en seco para ahondar más en el hecho, si les estarás haciendo un bien a quienes están a tu lado, si te hace sentir útil, si provocará una hecatombe, si eso te hace más fuerte o más débil, si tiene valor o si no, si te ha movido el ego o el espíritu, si es un producto de tus virtudes o de tus defectos, si eso le hará ver a la gente tus debilidades o tus fortalezas, tus máscaras o tu piel desnuda... Si de su energía emanarán risas o llantos, o la indiferencia, cosa que es peor que todo lo demás... En definitiva la duda persistente que te ubica entre la plenitud o el vacío.

Cada día una certeza menos.

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Amor prohibido.

Mi alma débil, triste, invocó al Demonio

por aquella gota que Dios me niega.

Me vestí ipso facto de babilonio

y torné esta mía tan viva y ciega

que pasé la noche de eterno insomnio.

En aquel insomnio yo la encontré.

Me mecí en la enagua de una italiana

más hermosa, digna, bella y liviana

que tu lino menos sexual, candente.

Con su agua impura y abandonada

la dejé esperando a quien la tomara,

sin saber la donna que el que la amara

iba a ser su nuevo y ebrio cliente.

Al rato, exasperado la buscaba

surtiéndole merced cual caballero.

En ese momento en silencio amaba

por deber rogarte el perdón primero.

Más pobre este hombre, mujer callada,

que me lloras. Me falta su “te quiero”.

Vete navegando. Sal ya del puerto.

Fúndete a otra vida. La nuestra ha muerto.