Diario de un tal "Yo"

Tengo tres mundos:
Uno en la tierra,
otro en el cielo, otro en mi voz.
Y se pelean,
siembran la guerra
por ser supremos, tocar a Dios.



Tengo tres mundos porque en el que vivo,
no hallo suficiente calor en mi cuerpo
y salgo a la calle como en un entierro
en el que el escrito que escribo a los versos...
calla enterrado...

Y llegará aquel día,
de estos que la dama
me dará el calor que me prometía
justo al cumplir doce primaveras,
que eran doce inviernos
del alma mía...

Y en un desgaire inconexo de besos,
coge sus manos y baja el telón,
me desnuda, va hasta el cuello, lo muerde a raudales.
Tengo tres mundos y ella está en esos,
y otros más mundos pintando ser "Yo",
garabateando un Diario en un sin fin de males.

¿Qué te escribo? ¿Qué no en vano?
¿Cuál es tu nombre, maldita?
Que me manejas las manos,
rosa de hielo marchita.
Tanto trasciendes del tiempo
que no hay un Diario
esculpiendo el tic tac
en lo más hondo del cuerpo.
Ya ha venido, ya aquí está,
grazna sutilmente un cuervo...

La mañana no me espera,
ha cumplido la promesa,
de arrebatarme la Primavera,
y los tres mundos del corazón.

Queridísimo Diario,
Diario querido y odiado,
que te he sangrado,
que no hay mañana,
que el calendario se me esfumó.
Y ahora la veo
a los pies de mi cama
y no me extraña nada
que sea un condenado.

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